Estos días debo haber dado impresión de malestar. Lo digo porque varias personas me lo han comentado. La verdad, he tenido algunas cosas por la cabeza rondándome y me las he comido con patatas. Supongo que aunque quieras guardarte las cosas para ti no se puede evitar exteriorizarlo. Sin embargo hoy me encuentro realmente bien. No ha pasado nada especial, simplemente me encuentro mejor. Son las pequeñas cosas que me alegran, merci nanas. En fin, que hay cosas en las que no se ha de pensar y cosas que no te puedes guardar.
Y que pasa con el blog? No me indigno? Pues últimamente no, la verdad; aunque hoy en el tren me ha tocado los wevos una tía que se ha puesto a fumar entre vagón y vagón. Es que no lo entiendo, nadie tiene esa urgencia por estar sin fumar durante 45 minutos, esta gente es gilipollas. Yo cuando veo a alguien que hace algo que me toca los wevos lo que hago es ponerme en su lugar para entender su motivación, pero la de esta gente que hace esto no la entiendooooooo. Que me lo expliquen! Será cuestión de la próxima vez que pase ir y preguntarle y decirle: Que le pasa Covadonga? Porque fuma entre vagón y vagón? Porque no se sienta y mira las obras del AVE como todo el mundo?
En fin, fermín, que no lo remedio, hahah. Weno, yo no puedo cambiar el mundo, y menos indignándome; y aunque hayan infelizes que se piensen que por dar un vuelta por sudamérica ya tienen una consciencia más allá de lo que cualquier mortal pueda percibir, yo tengo claro que no puedo hacer nada mejor que lo que hago y vivo mi vida!
Indignémonos, vivamos nuestra vida y a llorar y a reir!
Fran